Vuelve a anotar Santiago Giménez en triunfo de Feyenoord en la Champions
QUERÉTARO, Qro., a 7 de agosto de 2016.- En su era moderna, las Olimpiadas ya llegaron a ciudades sacudidas por crisis económicas, confusión política o problemas irresueltos. Pero ahora Río de Janeiro inaugura las suyas con todo eso junto, en un país en trance y con dos presidentes a la vez.
El contraste entre las imágenes elaboradas y agradables con que se promocionan los Juegos y lo que ocurre en las calles de Río creció en las horas previas a la ceremonia de apertura este viernes en el estadio de Maracaná.
Los imponentes espectáculos de inauguración y cierre de las Olimpiadas costarán US$85 millones a las arcas públicas, informó el gobierno interino de Brasil el jueves, mientras la estatua del Cristo de Corcovado en Río era iluminada en verde y amarillo para la fiesta.
Pero el mismo jueves fue interrumpido el recorrido la antorcha olímpica por la región metropolitana de Río, cuando manifestantes tiraron piedras y la policía reaccionó lanzando balas de goma que hirieron a una niña de 10 años, publica la agencia de noticias BBC.
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