Celebra Hawái a Wisdom: el albatros más longevo pone huevo a los 74 años
QUERÉTARO, Qro., a 2 de agosto de 2016.- Por un módico precio, gobiernos que acostumbran a sofocar la disidencia con arrestos y golpizas, o que abusan de su poder de otros modos, compran software de espionaje listo para usar que les permite vigilar conversaciones telefónicas y seguir los movimientos de miles de sus ciudadanos, según una investigación de Associated Press.
Este software conocido como de interceptación legal, disponible desde hace años para policías occidentales y agencias de espionaje, resulta ahora fácil de conseguir para gobiernos que suelen violar derechos fundamentales, salvo por una breve lista negra que incluye a Siria o Corea del Norte. Por menos de lo que cuesta un helicóptero militar, un país con pocas competencias técnicas puede comprar un potente sistema de espionaje.
Las redes de espionaje interno dependen de empresas como la israelí-estadunidense Verint Systems, que tiene clientes en más de 180 países. Verint también es proveedora de agencias de seguridad estadunidenses, por ejemplo para perseguir a narcotraficantes en México y Colombia, publica La Jornada.
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