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Es el genoma más pequeño para existir y reproducirse
MÉXICO, 26 de marzo 2016.- Desde hoy, la forma de vida más sencilla que se conoce en el planeta es artificial. Se trata de una bacteria microscópica capaz de reproducirse y que ha sido creada por un equipo de científicos en EU. Entre ellos está el Nobel de Medicina Hamilton Smith y el científico multimillonario Craig Venter, posiblemente el mayor gurú de la biología sintética.
Desde hace años Venter pregona que el ADN, el libro de instrucciones que regula las funciones vitales de todos los seres vivos, es como un programa de ordenador, destaca El País.
El genoma sería a su vez el sistema operativo que hace que un organismo funcione y se reproduzca. Uno de los objetivos de este carismático científico es reescribir el código usando un ordenador para diseñar nuevas formas de vida y luego producir su genoma en el laboratorio mezclando los cuatro componentes bioquímicos básicos del ADN. Ese genoma sintético se trasplanta después a otra célula vaciada de todo su contenido genético y hace que se reinicie y comience a existir de acuerdo con su nueva programación.
En 2010, Venter anunció haber creado así la primera forma de vida con genoma sintético, una bacteria que llevaba codificado en su ADN todo lo necesario para vivir, además de varias direcciones de correo electrónico y una frase premonitoria de James Joyce: «vivir, errar, caer, intentar y, después, crear vida a partir de la vida». Era en parte una medida de seguridad para saber distinguirla de formas de vida naturales en caso de fuga o escape. El objetivo final es el diseño de vida a la carta, microbios con genomas programados para realizar funciones impensables, como producir fármacos o combustible por un precio irrisorio y con mayor eficiencia que los métodos actuales.
El nuevo estudio del equipo de Venter, publicado hoy en Science, presenta un importante paso hacia ese futuro: la creación de vida mínima. En concreto presenta una bacteria del tipo mycoplasma que tiene un genoma sintético de 473 genes. En la naturaleza, los mycoplasmas son los seres vivos autorreplicantes con un genoma más pequeño. El menor de todos ellos hasta ahora era el de una bacteria parasitaria que vive en la entrepierna de los humanos: la Mycoplasma genitalium, con 525 genes. Según el equipo de 22 científicos del Instituto Craig Venter de La Jolla, en California, y otras tres instituciones que firman el estudio, la nueva bacteria tiene la lista de genes mínima para vivir y replicarse, la expresión más simplificada de lo que es estar vivo, con permiso de los virus.
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