24 de marzo, Día Mundial de la Tuberculosis

Tuberculosis afecta principalmente a enfermos de diabetes, hipertensión y VIH.

QUERÉTARO, Qro., 24 de marzo de 2016.- Este 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis, fecha en la que Robert Koch anunció que había descubierto el Mycobacterium Tuberculosis, en el año 1882.

De acuerdo a un comunicado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la tuberculosis es un padecimiento infectocontagioso que afecta principalmente a personas con enfermedades crónico-degenerativas como: diabetes, hipertensión y pacientes con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), debido a que su sistema inmunológico está debilitado, por lo que tiene poca capacidad de enfrentar una infección de este tipo.

Esta enfermedad puede deteriorar el nivel de vida de los pacientes por el aislamiento al que se ven sometidos para evitar contagios, por lo que afecta su vida social y laboral.

Las personas portadoras de la bacteria infecciosa se caracterizan por tener una tos crónica expectorante, notable pérdida de peso corporal, sudoración excesiva por las noches, dolor de pecho, dificultad respiratoria y afectación en el estado general.

“Este padecimiento afecta a los dos extremos de la población como niños menores de cinco años y adultos mayores de 60 años”, aseguró el doctor Gerardo Fonseca González, jefe de departamento clínico de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 13 del IMSS Querétaro.

La tuberculosis es curable siempre y cuando el paciente sea constante con el tratamiento, el cual tiene una duración de un año y se divide en dos fases, una intensiva y la otra de sostén. La vía de contagio es por el contacto con una persona infectada, al inhalar los fluidos de la tos o el estornudo de la persona infectada cerca; por lo que se considera una enfermedad de fácil contagio.

Es por ello que, en el marco del Día Mundial de la Tuberculosis que se celebra el 24 de marzo, el Seguro Social exhorta a la población en general a acudir con su médico familiar en caso de identificar una tos que persiste por más de una semana sin recuperación, para derivar con el epidemiólogo y realizar las pruebas permitentes que descarten o traten el padecimiento; además de tener buena alimentación, realizar ejercicio y evitar el fumar.