Reconocen a Querétaro como líder en donación de órganos
Se calcula, según el IMSS, que se afecta entre el 10 y 20% de la población
QUERÉTARO, Qro., 10 de marzo 2016.- La hipertensión es una enfermedad crónica degenerativa que afecta órganos y el sistema nervioso central, principalmente, aunque también afecta riñones, visión, vasos arteriales y venosos, lo que la convierte en enfermedad que ocupa el primer lugar de atención médica, se calcula que afecta entre 10 y 20 por ciento de la población a nivel nacional.
“Toda persona que sea hipertensa y no tiene un estricto control y apego al tratamiento, tarde o temprano va a desarrollar complicaciones; las que normalmente observamos son, cardiovasculares o renales. Respecto a las cardiovasculares, podemos desarrollar problemas de angina de pecho –que incluso pueden llegar al infarto–, insuficiencias cardiacas y cardiopatía intensiva, también existe la enfermedad cerebro vascular, conocida como derrames cerebrales o infartos”, explicó Gerardo Fonseca González, jefe de departamento clínico en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No.13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro.
Los valores normales en la presión de la población, como personas adultas, adolescentes y adultos mayores debe ser de 120-80 la tensión arterial, por arriba de ello se presentan anormalidades; de 130-90 mm HG ya se le considera hipertensión leve fuera de los valores normales.
Los factores de riesgo que predisponen la hipertensión arterial, son: el tabaquismo, la dislipidemia –que es el colesterol y triglicéridos altos– el sedentarismo, la falta de actividad física regular y los antecedentes familiares en línea directa, señaló el doctor Fonseca González.
En sus etapas iniciales no da sintomatología, pero se pueden presentar alteraciones, como: dolor de cabeza, fatiga, cansancio, espuma en orina, o bien, alteraciones visuales.
Existen dos tratamientos: farmacológico y no farmacológico. Para este último se debe modificar el estilo de vida con actividad física (por lo menos 30 minutos diario), eliminar el consumo de tabaco y alcohol, disminuir el consumo en alimentos ricos en sales, hidratados de carbono, sin salmuera los cárnicos las bebidas embotelladas o carbonatadas, sobre todo en las personas mayores a los 45 años.
“Respecto al tratamiento farmacológico hay un gran rubro de medicamentos con los que cuenta el (IMSS) pero cada caso es especial, cada paciente es distinto y se debe personalizar”, explicó.
Finalmente, el especialista recomendó, “el chequeo médico rutinario, si es una persona que tiene antecedentes familiares positivos para hipertensión arterial, pues hay que hacer la revisión de la tensión arterial y este chequeo tiene que ser con regularidad; mucha gente se hace el auto monitoreo en casa con los productos digitales o que pasen al servicio de PrevenIMSS y nuestro personal está completamente capacitado para detectar fallos iniciales de una hipertensión”, indicó.