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En cada evento importante en la Basílica de Guadalupe, las colonias aledañas quedan llenas de basura y deben pedir permiso para entrar a su propia calle
MÉXICO, 10 de febrero 2016.- El País, detalla que el perímetro que circunda a la Basílica de Guadalupe se transforma en una zona de desastre con cada magno evento religioso: el 12 de diciembre -día de la Virgen-, las peregrinaciones intermedias mayores o la visita de un Papa a México. El país es preponderantemente católico, pero no todos reciben estas visitas con beneplácito. Los vecinos de la zona sufren por el ruido, la basura y el estado de sitio en que se convierten sus colonias, en las que incluso tienen que pedir permiso para ingresar a su propia calle.
La fe mexicana es intensa e inexorable: varias veces al año miles de fieles acuden por cualquier medio a la Basílica a visitar a Guadalupe: el 12 de diciembre para conmemorar el día que, según la leyenda, se le apareció al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac, y a lo largo del año en diversas –y numerosas- peregrinaciones de diócesis estatales. Este sábado 13, la Basílica espera más de un millón de católicos por la visita del papa Francisco, y los habitantes de la zona ya se preparan, resignados, para lo que viene.
“Cierre de calles, ruido, la colonia termina muy sucia, huele mal. Al día siguiente ves que la gente hizo sus necesidades en la esquina de tu casa, dejó basura en su campamento en el parque… Han llegado hasta con colchones que después dejan en la calle”, cuenta Erick Vázquez, de la colonia Estrella, sobre el tormento que vive cada diciembre desde hace 37 años.
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