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Hace 25 años, Saddam Hussein lanzó una invasión a Kuwait, el pequeño pero rico y estratégico país petrolero, detonando la Guerra del Golfo.
QUERÉTARO, Qro., 2 de agosto de 2015.- Cuando el dos de agosto de 1990 el hombre fuerte de Irak, Saddam Hussein, lanzó la invasión a Kuwait, el pequeño, pero rico y estratégico país petrolero, jamás pensó en las consecuencias de sus acciones.
Indirectamente, el impacto de esa invasión y la expulsión de los ocupantes iraquíes tras una sangrienta guerra con una coalición encabezada por los Estados Unidos, reverbera aún hoy en los ecos de Al-Qaeda y el Estado Islámico, publica Excélsior.
La presencia de tropas estadunidenses en Arabia Saudita, presuntamente para su defensa después de la guerra, encolerizó a tradicionalistas musulmanes que lo vieron como una ofensa al territorio santo del Islam.
La venganza de Al-Qaeda se convirtió en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, lo que derivó en la Segunda Guerra del Golfo, que acabó con el desplazamiento del gobernante Talibán en Afganistán y luego la invasión de Irak y la caída de Saddam Hussein.
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