Reporta Querétaro cero defunciones por Covid 19
Tras sentir cansancio, dolor de cabeza, asco y vómito, escuchó al doctor decirle que sus riñones no funcionaban y que si no se dializaba podía morir.
QUERÉTARO, Qro., 25 de marzo del 2015.- Tiene 30 años de edad. José Federico Luna Morán, es originario de Boyé, del municipio de Cadereyta.
Hace seis años, tras sentir cansancio, dolor de cabeza, asco y vómito, escuchó al doctor decirle que sus riñones no funcionaban y que si no se dializaba podía morir. Le fue diagnosticada insuficiencia renal crónica. A partir de ese día, su vida cambió.
«La verdad no me esperaba esta enfermedad, todo pasó porque me detectaron una hernia y me mandaron a hacer estudios para podérmela operar (…) no me la esperaba porque tenía muchos sueños para poder salir adelante», compartió.
Pero, esto aún no era lo peor. Después del diagnóstico, y tras faltar constantemente al trabajo por acudir a su tratamiento, a los cinco meses lo corrieron. El desempleo hacía más pesada la búsqueda constante de un donador, ya que requería de manera urgente una operación.
«Ella y mis hijos estaban conmigo y yo la verdad no lo aceptaba, yo me imaginé que estaban mal mis estudios (…) ella siempre ha estado conmigo (…) gastaba mis pasajes para poderme trasladar a San Juan del Río, me gastaba 300 pesos», narró.
Federico se acercó al Hospital General de San Juan del Río para buscar un trasplante de riñón, el cual le fue donado por su propio papá el 27 de agosto del 2011.
Con el apoyo de su esposa y de sus hijos, Perla Samantha y Cristopher, que actualmente tienen 6 y 10 años de edad respectivamente, logró salir adelante y hoy está al 100 por ciento curado.
Su testimonio fue escuchado durante el Primer Encuentro con Pacientes Renales de la Asociación ALE y la Federación Mexicana de Enfermos y Trasplantados Renales (Femetre) este miércoles en el Auditorio del Centro Gerontológico Plan Vida. Se tuvo como objetivo el brindar información sobre este padecimiento y ayudarles a mejorar así su tratamiento y calidad de vida.