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IXTAPA-ZIHUATANEJO, Gro.- Al sur del estado de Guerrero y en medio de los paisajes que ofrece la Sierra Madre del Sur, se encuentra Ixtapa-Zihuatanejo uno de los principales atractivos turísticos de México y vértice del Triángulo del Sol que aglomera una riqueza natural, cultural e histórica para todo tipo de gustos y niveles de economía familiar.IXTAPA-ZIHUATANEJO, Gro., 8 de agosto de 2014.- Al sur del estado de Guerrero y en medio de los paisajes que ofrece la Sierra Madre del Sur, se encuentra Ixtapa-Zihuatanejo uno de los principales atractivos turísticos de México y vértice del Triángulo del Sol que aglomera una riqueza natural, cultural e histórica para todo tipo de gustos y niveles de economía familiar.
La calidad en la gastronomía, servicios turísticos, deportes acuáticos y extremos se refleja en la sencillez y hospitalidad de los hoteles que se ubican a lo largo de las 17 millas de costa escénica, donde se encuentran más de 15 playas de suave arena, lagunas tranquilas, ondulantes ensenadas, montes rocosos y pequeñas islas.
En una población de 117 mil habitantes, Ixtapa-Zihuatanejo encierra diversos atractivos para el disfrute de todos los integrantes de la familia y regala paisajes que cansa a cualquier lente fotográfico.
Al igual que una pareja perfecta, Ixtapa y Zihuatanejo contienen las características que como destino turístico se complementan, ofreciendo sencillez, elegancia y entretenimiento a cada uno de los millones de turistas que año con año visitan la zona sur de Guerrero; desde los imponentes hoteles localizados a la orilla del mar en Ixtapa con todo tipo de infraestructura para la diversión familiar, hasta las muestras de cultura e historia que Zihuatanejo presume a través de sus regionalismos y vocación pesquera.
Como cabecera municipal de Guerrero, Zihuatanejo concentra la riqueza histórica de una parte del sur del estado, misma que se puede apreciar al hacer un recorrido por el Paseo del Pescador, donde, de manera tradicional, desde las primeras horas del día los habitantes del pueblo venden el pescado y mariscos frescos que horas antes salieron a atrapar en las aguas del Océano Pacífico.
Y es que, Zihuatanejo es un pueblo único guerrerense que ha evolucionado con el tiempo, en el que de ser una apacible villa de pescadores, ahora se ha convertido en un destino turístico encantador, con cultura y tradición que además se degusta a través de su gastronomía.
El museo arqueológico de la Costa Grande, ubicado al final del Paseo del Pescador, así como el muelle y los mercados de artesanías y productos regionales, complementan la riqueza cultural que está detrás del binomio perfecto que forman Ixtapa y Zihuatanejo.
Mención aparte, merecen por lo menos un par de hoteles boutique que han sido reconocidos a nivel mundial La Casa que Canta y el Hotel Viceroy.
En el primero, la mitad de las habitaciones cuenta con piscina propia, con detalles decorativos hasta en el último rincón del inmueble, donde se observa una variedad exclusiva de arte folclórico, así como de diseños artesanales de talavera y barro.
Por tal motivo, la Casa que Canta ha sido nombrada como el mejor hotel de Latinoamérica durante varios años consecutivos.
Mientras tanto el Hotel Viceroy ofrece casi 200 metros de playa privada frente a las costas del Océano Pacífico, con 46 elegantes habitaciones, galerías de arte, una isla para cenas privadas, restaurantes gourmet y complejo spa, además de que es uno de los hoteles pet friendly, que se ha colocado en el gusto de los turistas nacionales y extranjeros de Zihuatanejo.
Sin embargo, este destino no sería tan relevante si no se pudiera degustar la gastronomía regional de Guerrero, en la que dos establecimientos han destacado particularmente en este pueblo de pescadores.
Por una parte, para quienes gustan de la vida nocturna, La Katrina Mezcalería Bar se ha posicionado como una de las mejores opciones para cenar y degustar de los cócteles a base de mezcal, bebida típica de Guerrero; maridaje que conquista a todo tipo de paladar.
Ubicado sobre el Paseo del Pescador éste establecimiento es producto del esfuerzo de un pequeño grupo de jóvenes emprendedores originarios de Zihuatanejo, quienes en base a sus habilidades ofrecen una variedad de platillos y bebidas con productos de la región, además de que el folclor en la ambientación del restaurant alegra la pupila de todos los comensales.
Aunque una de las mejores opciones para desayunar en Zihuatanejo, es el restaurante Carmelitas Café a donde han acudido a degustar las especialidades del menú los mejores chefs a nivel internacional, quienes reconocieron como único el sazón de la comida tradicional del estado de Guerrero.
Ixtapa es la otra cara de la moneda, que complementa a éste vértice del Triángulo del Sol.
Con sus imponentes edificios hoteleros a lo largo de las playas que ofrecen todo tipo de oleaje, Ixtapa responde a las exigencias de todos los visitantes.
El hermoso paisaje de la Marina y su faro son captados por las lentes fotográficas que pasan por el lugar y quienes además pueden adquirir diversas experiencias a través de los atractivos y espectáculos que regala la naturaleza.
La visita al cocodrilario, un paseo por la ciclopista y las diversas actividades acuáticas garantizan momentos inolvidables en un marco de belleza natural.
Un paseo en cuatrimoto por parte de la selva de la Sierra Madre del Sur hasta llegar a las playas vírgenes de Guerrero forma parte de la mejor experiencia vacacional que enamora a todos los visitantes.
Y finalmente, para obtener un momento de relajación después de tanta adrenalina, una cena gourmet en el Hotel Las Brisas completa la idea de unas vacaciones especiales, ya que además de ofrecer banquetes excepcionales de chefs profesionales, sus instalaciones llenas de paisajes naturales otorgan tranquilidad y confort través de 416 lujosas habitaciones, suites con terraza privada, dos campos de golf, cuatro albercas y cuatro restaurantes.
De esta manera, Ixtapa-Zihuatanejo es un destino con identidad, que tiene un pasado memorable, donde siempre hay más por descubrir y donde sus olores y sabores, la brisa del mar y la calidez de sus pobladores hacen de este binomio un lugar a donde se busca regresar.