Querétaro, golpe a la impunidad
Estamos iniciando el mes patrio y los titulares en los medios nos anuncian grandes marchas que han generado conflictos y pérdidas económicas importantes en la capital del país; también encontramos ejecuciones y crímenes que antes sólo veíamos en las películas más sangrientas además de declaraciones en donde predicen un desplome en la economía de nuestro país.
Todo lo anterior no resulta alentador y ha provocado la decepción, desesperanza y apatía de mucha gente que expresa que no tiene nada que celebrar, que le avergüenzan las acciones de muchos de nuestros compatriotas y que este país nunca progresará.
Bajo ese punto de vista, lo único que quisiéramos es emigrar a otra nación, sin embargo la mayoría de los mexicanos no contamos con el poder adquisitivo de mudarnos a algún lugar.
Pero también existe otra visión. Nuestro país está integrado, no sólo de gente corrupta o que se dedica a delinquir, también existe un gran número de mexicanos que no pierde la fe, que se preocupa por su entorno, que pone su granito de arena para contribuir a mejorar nuestra nación y sobre todo que se sienten orgullosos de ser mexicanos.
Hay mucha gente que se dedica a descalificar, a restar y a dividir, pero también existen quienes suman y multiplican, pero sobre todo proponen.
Ante estas circunstancias sólo nos quedan dos caminos. El primero será seguir quejándonos, descalificando, permitir que la desesperanza nos impida ejercer cualquier acción y continuar siendo espectadores, solo emitiendo juicios.
El segundo y que todos deberíamos tomar es el de trabajar, informarnos, enorgullecernos de nosotros mismos y sobre todo ser ciudadanos propositivos y jamás perder el respeto a esta nación que nos vio nacer, y gritar con gran orgullo lo que somos. Hagamos que… ¡VIVA MEXICO!