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Querétaro, Qro., 14 de agosto de 2013.- ¿Qué hora es? Probablemente es la pregunta más frecuente en todo el mundo, pero sólo algunos países tienen la respuesta precisa; México será pronto uno de ellos con la próxima puesta en operación de un reloj de fuente atómica.
De acuerdo a información de El Economista, las naciones que mantienen los estándares de tiempo más precisos benefician a todos sus habitantes, particularmente a su sector productivo. El tiempo exacto y la sincronización son cruciales para la tecnología moderna porque permiten el funcionamiento eficiente de las telecomunicaciones, redes informáticas, distribución de energía eléctrica, además de que benefician muchas otras partes de la infraestructura de la tecnología que está presente en la vida cotidiana.
Por esta razón, el país ha invertido alrededor de 10 millones de pesos para la construcción de un reloj de fuente atómica, el cuál está siendo desarrollado desde hace siete años por investigadores del Centro Nacional de Metrología (Cenam), ubicado en Querétaro, un reloj que “será tan exacto, que para acumular un segundo de error tendrán que pasar por lo menos 100 millones de años”, asegura José Mauricio López Romero, coordinador del proyecto.
El reloj, que ocupa un espacio de 25 metros cuadrados, entrará en su etapa funcional a finales de este año, además de que promete ser el más exacto y el principal parámetro para la medición del tiempo en el país, en su seno se encuentra uno de los objetos más fríos del universo; una nube de átomos de cesio que se encuentra a una temperatura de sólo 0.6 millonésimas de grados Celsius sobre el cero absoluto.
Actualmente, la hora oficial del país se genera con base en la operación de una serie de relojes atómicos con distinto funcionamiento al que está por inaugurarse. Estos mecanismos que generan la hora del Pacífico, del centro y del noroeste del país también están ubicados en el Cenam y la variabilidad de la hora oficial es cercana a 0.03 millonésimas de segundo por año.
El cesio es un componente fácilmente manipulable en el laboratorio y no se necesitan grandes cantidades en un reloj de fuente atómico.
Los científicos del Cenam usan láseres para bajar la temperatura de los de átomos de cesio y consiguen uno de los objetos más fríos del universo. “Creamos una nube de átomos de cesio ultrafríos, a los que se les das un empuje con luz en contra de la gravedad, de tal manera que en el movimiento de ascenso y descenso, puesto que la temperatura no es absolutamente cero, la nube se expande ligeramente y simula ser una fuente, sólo que en lugar de agua se trata de átomos de cesio”, explica López Romero sobre el nombre del dispositivo.
Algunas aplicaciones que requieren de la medición del tiempo con alta exactitud son las telecomunicaciones, transmisión de electricidad, navegación aérea y marítima, la investigación astronómica y los sistemas de geoposicionamiento (GPS).