Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
No era necesario según lo demuestra la resolución del jurado sobre el caso de Genaro García Luna, alargar más el número de testigos. Con lo que se había dicho y demás pruebas que se tenían, era suficiente. Pese a ello el jurado pidió al fiscal puntualizar algunos asuntos. La sentencia de culpable en cinco casos, deja al acusado sin salida alguna. Y la sentencia que se dictará el 27 de junio podría arribar a la cadena perpetua o a los 20 años. Aunque hubo tensión antes de que el jurado diera a conocer su deliberación y se pensaba que podría haber escondida por ahí alguna trampa, la verdad es que la respuesta del jurado, fue lo que se quería. Esa respuesta del jurado era esperada por buena parte de mexicanos que tenían la esperanza de que la justa condena para el ex secretario de Seguridad de Felipe Calderón, les permitiera preguntarse que sucederá con el ex presidente que puso pies en polvorosa desde hace algunas semanas previendo cualquier desaguisado. La ignorancia que ha querido encubrir de sus largos años de cercanía con García Luna, solo se le puede atribuir a un ingenuo, a un tonto , a un mal pensado, a un irresponsable de su función o simplemente a un ignorante. Para una persona como Calderón que lanzó al ejército a las calles para eliminar cárteles (no a todos) del narco, en el país, con el resultado de miles de muertos entre ellos muchos inocentes, pero que antes, de forma por demás pública arribó de una manera sospechosa a la presidencia, la ignorancia no opera. Tenía, además, asesores, gente cercana, partido político, el PAN y todos los recursos de la inteligencia pagada para vislumbrar todos los resquicios del país.
MUCHOS PRESIDENTES IGNORANTES HEMOS TENIDO ¿QUE DIRÁ LA HISTORIA? Aunque la realidad supera a la ficción según el dicho, esta se presenta con un deseo de borrar ese dicho. Se ve como ficción precisamente, el que hayamos tenidos tantos presidentes ignorantes cuando buena parte del presupuesto se gasta en información. Datos que supuestamente mantienen al principal sujeto del país, totalmente informado. Muchos se deben de haber preguntado que hacía Enrique Peña Nieto aquellas cruciales noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre de 2014 sobre los hechos en Ayotzinapa, mientras 43 jóvenes eran desaparecidos ¿Dormiría, estaba pegado al teléfono, habría convocado a una reunión en la que daba órdenes de acuerdo a como se desarrollaban los hechos? Muchos calibraron sobre eso y la respuesta lleva a que el que era presidente de la república, ha dado a entender que no sabía nada del caso ¿Y los informantes y la gente de la policía y del ejército y las orejas y los amigos enterados que le hablaron? Nada de eso nos queda claro aunque algunos han tratado de dilucidar el misterio.
CONTRADICCIÓN. LA HISTORIA, ANTE IGNORANTES QUE CONOCÍAN LOS CRÍMENES
La larga historia de un sistema y los dos sexenios de otro partido el PAN, que incorporaron sus posturas, nos presentan a los tipos que tuvieron todo el poder, pero que en los momentos cruciales se evadieron alegando ignorancia. Tanto Calderón como Vicente Fox hicieron lo mismo respecto a García Luna. Pero con anterioridad se marcó la pauta de la ignorancia presidencial para evadir responsabilidades. Adolfo López Mateos planeó un viaje por la fecha en la que mataron a Rubén Jaramillo y su familia, allá por mayo de 1962. El no mandó matar al dirigente, dijeron sus defensores. Gustavo Diaz Ordaz queria hacerse el no responsable de la gran matanza del 68 y el caso de Miguel de la Madrid causa más encono en este momento, porque uno de sus herederos anda en la búsqueda de la presidencia. La muerte de Manuel Buendía ordenada por su jefe de seguridad ( los jefes de seguridad han sido los baluartes de Calderón y De La Madrid) colocó al presidente en una postura de sospecha ante los hechos que de acuerdo a versiones, negó. Más adelante, con Carlos Salinas de Gortari, las muertes de Colosio y del cardenal Posada, sospechosas, podían eludirse, pero que su propio hermano matara a su cuñado ex gobernador y legislador en el momento de su asesinato, Francisco Ruiz Massieu, y él no lo sabía, es para que la gente lo crea. Solo una inocencia plenamente demostrada en todos estos casos de ejemplo, pueden borrar la sospecha y la acusación. Pero hasta este momento ha sido imposible. El mismo caso de Calderón, que ahora se enfrentará a la terrible sospecha que lo rodea y que lo relaciona directamente con un acusado de cinco graves casos. El expediente está abierto.