Prevén lluvias muy fuertes, descargas eléctricas y granizo en Guerrero
EL MARQUÉS, Qro., 10 septiembre 2013.- La casa era de plástico, apenas y cubierta por una endeble barda de piedra en un predio que se encuentra en la comunidad de Santa María de los Baños. Tenían muchos años de habitarla y jamás se imaginaron que ésta podría convertirse en una tumba.
María Dolores Reyes Hernández, sus hijos, nietos y esposo se fueron a dormir bajo la lluvia, sin saber que en pocas horas un estruendo cambiaría su vida para siempre.
“Yo le pedí mucho a la Virgen que me los recuperara, que no les fuera a pasar nada, pero no me valió con los niños”, fue lo que relató la señora María Dolores Reyes Hernández, al momento que se derrumbó la barda que acabó con la vida de tres de sus nietos la madrugada del martes en la comunidad de Santa María de los Baños, en el municipio de El Marqués.
La vieja barda carente de cimientos y poste, era usada como anclaje de la humilde casa hecha con láminas y plásticos donde habitaba la señora María Reyes acompañada de su esposo sus dos hijos su nuera y seis niños que se acomodaban en dos cuartos improvisados para dormir.
Como cada noche la familia Calconzin Robles, se reunía a platicar.
Su hijo quien luego de tener conflictos con sus suegros optó por regresarse a casa de sus padres, la lluvia que hizo que la familia se fuera a dormir temprano y más porque Fernando Calconzin Reyes se tenía que levantar a las cuatro y media de la mañana para irse a trabajar al granja.
La lluvia que comenzó a caer desde varias horas antes no cesaba, continuaba escurriendo por la ladera del riachuelo que se forma en el ingreso de la comunidad de María de los Baños, haciendo que la pared se fuera venciendo cada vez más más hasta que se sintieron los golpes de las rocas en los cuerpos durmientes de María Consuelo, de 4 años Magali de 3 años y Juan Diego Calzonzin Hernández de 2 años de edad.
“Ya se cayó la barda sobre los niños, Blanca, Fernando los niños y me levanté a sacar a mis otros niños les estuve quitando las piedras y todo”, dijo María Dolores Reyes Hernández.
Los gritos de ayuda no se hicieron esperar por la tragedia ocurrida, sin embargo por más aire que jalara sus pulmones para pedir socorro la ayuda nunca llegó teniendo que ser ellos mismos quienes rescataran los cuerpos en busca de una señal de vida.
“Yo estaba desesperada, hablaba y hablaba y nadie me ayudaba, yo estaba desesperada que alguien me ayudara a sacarlos y nadie vino… solo yo, mi hija y mi esposo los sacamos a ellos (… ) Ya a las niñas cuando las sacamos ya no respiraban, ya cuando los salvamos estaban muertos”.
Fue hasta después de las 2:oo de la mañana que hicieron su arribo los cuerpos de emergencia quienes tomaron reconocimiento de los hechos, asimismo pidieron apoyo a elementos periciales del SEMEFO, para trasladar los cuerpos de los menores.