Recluyen en Monterrey a queretanas por 230 mil dólares
Querétaro, Qro; 26 agosto 2013.- Para Rosa María Silva Correa, la vida ha sido un infierno desde marzo de este año, cuando sus dos hijas, Viridiana y Karen, fueron detenidas en marzo en un retén en Nuevo León.
Narra para Reforma que, “ahorita mi vida es un infierno, toda la familia está destrozada, toda la familia separada, yo allá (en Monterrey), mi hija aquí sola, viviendo con una amiga.
“Mis hijas, cuando se atrevieron a ir, tenían miedo de un secuestro o un robo, un asalto, pero que nuestras propias autoridades nos hagan esto, no lo puedo creer.
Ya no sé qué está pasando. Es un infierno”, afirma mientras se enjuga las lágrimas.
Recuerda que el 4 de marzo de 2013, supo que sus hijas habían sido detenidas. Fue un mensaje por whats app a Sabrina, la menor de sus tres hijas.
“Desde el momento en que las detuvieron no les permitieron hacer la llamada, les quitaron pasaportes, celulares y yo me acuerdo que me enteré y como llevaban todos los papeles para pagar, todo, pensábamos, la verdad que no iba a llegar a tanto”, relata.
Rodeada de familiares y amigos, la señora Rosa María insiste en la inocencia de sus hijas y pide a las autoridades que hagan justicia.
“Desde un principio fue una injusticia la detención porque no tenían ningún prueba contra ellas, la única prueba que tenían era el dinero que llevaban”, relata.
La mujer dice que en es tal su angustia que ni come, ni duerme por la preocupación de cómo puedan estar sus hijas.
Relata que hace poco estuvo con el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, quien le ofreció ayuda, pero que le advirtió que la liberación de Viridiana y Karen, no está en sus manos.