¿Quién coordinará la fracción panista en el Congreso local?

Tres nombres se han manejado de entre los cuales pudiera surgir el próximo coordinador de la fracción panista en el Congreso local. A continuación le presento algunos elementos de interés en torno a cada uno de sus perfiles.

Antonio Zapata Guerrero

Su autopostulación como posible coordinador responde más a un anhelo personal que, sin dejar de ser legítimo, carece de mayores elementos que justifiquen su nominación. Su manejo del Ayuntamiento de Corregidora no solo le permitió ocupar el cargo de alcalde una segunda vez, sino también convencer al electorado una tercera ocasión para alcanzar una diputación local derrotando a la abogada Mariella Hernández en el séptimo distrito. Su control sobre el ayuntamiento durante el proceso electoral impulsó su candidatura al congreso y coadyuvó para lograr la contundente victoria de su sucesor en la alcaldía, Mauricio Kuri. Sin embargo, los beneficios que aportó el reconocimiento popular a su gestión como alcalde y su efectividad como operador electoral se vieron opacados por polémicos eventos.

Todavía en funciones como alcalde de Corregidora, la Entidad Superior de Fiscalización del Estado (ESFE) de Querétaro detectó serias irregularidades en la adquisición de luminarias para el municipio correspondientes al segundo semestre de su gestión durante el año 2013. Adicionalmente, contraviniendo la normatividad en materia de adquisiciones, evitó la licitación pública que correspondía y adjudicó directamente la compra de licencias de software para encriptar la comunicación entre equipos telefónicos erogando casi cinco millones de pesos de las arcas municipales. Irónicamente, fue precisamente la grabación ilegal de una llamada telefónica que sostuvo con el tesorero Rubén Álvarez la que generó la siguiente controversia. En ella, se le escucha bromear diciendo: “que no me oigan estos hijos de puta porque al rato van a decir que estamos desviando recursos” después de lo cual pide se le apoye con dinero argumentando que su campaña estaba “muy pobre”. Para ser exactos, lo que el ex alcalde pedía al tesorero era la suficiencia de los planes parciales de desarrollo, dando a entender que sin éstos, y el pago correspondiente, los beneficiados no podrían retribuirle en tiempo a su campaña.

Transcurridos apenas nueve días de la difusión del audio, Zapata vuelve a atraer los reflectores con la difusión de un amparo promovido en contra de una posible orden de aprehensión en su contra. Asumiendo que nadie se ampara como pasatiempo, se especuló que dicha promoción podría haber sido una medida para evitar su detención derivada de alguna investigación por desvío de recursos. Como alcalde en funciones, el procedimiento para desaforarlo le hubiera permitido conocer con anticipación sobre alguna acción en su contra. Sin embargo, para esas fechas, como alcalde con licencia ya no contaba con dicho beneficio. La declaración del procurador Arsenio Durán en el sentido de la inexistencia de una orden de aprehensión por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado en su contra pareció disipar cualquier duda sobre el asunto a pesar de que Zapata nunca ofreció una explicación sobre los motivos que lo llevaron a ampararse. Una semana después, la detención del Héctor Abel García Sánchez, yerno del ex alcalde de Corregidora, volvió a suscitar sospechas sobre el trasfondo del asunto. La clave está en las fechas.

La divulgación del amparo promovido por Antonio Zapata Guerrero ocurre el 29 de abril, fecha posterior a la difusión del audio con el tesorero. Sin embargo, el amparo se presentó en el Juzgado Tercero de Distrito el día nueve de abril, diez días antes de que se diera a conocer la conversación que sostuvo con el tesorero de Corregidora. Lo anterior sugiere que la promoción del amparo podría no haber estado vinculada a una posible investigación por peculado. Pero otra fecha si coincide e inquieta. La promoción del amparo se presenta exactamente al día siguiente en que fue asesinado el sacerdote Francisco Javier Díaz, delito por el cual es detenido y acusado el yerno de Zapata.

¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a Antonio Zapata a ampararse?, ¿tuvo contacto Zapata con su yerno después del homicidio del sacerdote?, ¿buscó el ex alcalde de Corregidora “brincar” a una diputación para mantener el fuero?, ¿surgirá nueva información sobre este asunto derivado de la investigación correspondiente?, ¿seguirá la ESFE detectando irregularidades de los últimos dos años de la gestión de Zapata que faltan por fiscalizar?

Estas interrogantes, aunadas a la falta de experiencia como legislador del ex alcalde de Corregidora, son los motivos por los cuales ratifico mi impresión de que su deseo de coordinar la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional no deja de ser un simple anhelo personal.

Luis Antonio Rangel Méndez

El abogado Rangel, egresado de la máxima casa de estudios del estado de Querétaro, representa un perfil que podría definirse como académico, moderado y conciliador. Sin embargo, sus estudios de posgrado no sustituyen una experiencia política y administrativa que inició desde que tenía 18 años.

Su trayectoria ha sido ampliamente difundida, al igual que su firme convicción sobre la necesidad de planear para lograr un desarrollo ordenado y eficiente en Querétaro. Antonio Rangel también coincide en la necesidad de establecer un órgano técnico, profesional y multidisciplinario al servicio del congreso del estado que pueda mejorar su desempeño legislativo. Con la finalidad de evitar ocurrencias y experimentos de diputados que solo aportan buenas intenciones, la creación de dicho órgano parece indispensable. Sin sesgos políticos, y basado exclusivamente en elementos técnicos, las propuestas legislativas podrían lograr un mayor beneficio para la sociedad queretana.

Un tema que no se ha tratado con detenimiento, y que fue fundamental en la avasalladora victoria del Partido Acción Nacional en ayuntamientos y diputaciones el pasado siete de junio, es el método mediante el cual se definieron las candidaturas. En su afán de presentarse como el partido político con mayor compromiso democrático, las contiendas internas del PAN han provocado en muchas ocasiones rupturas internas irreconciliables. En las pasadas elecciones, el partido blanquiazul parece haber aprendido la lección. Como parte de las mesas de negociación que determinaron por designación la totalidad de los candidatos a diputados y presidentes municipales, Antonio Rangel tuvo una participación activa. Mediante el consenso con los distintos grupos políticos al interior del PAN, se logró definir candidaturas evitando un desgaste que hubiera impedido alcanzar los resultados que pintaron de azul al estado de Querétaro.

En lo que se refiere a su identificación política, Rangel es sin lugar a dudas la propuesta de quien seguramente será el próximo presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés. Antonio Rangel ya cuenta con la experiencia de haber sido diputado en una legislatura en donde incluso actuó como oposición. Sin embargo, existe un obstáculo que lo separa no solo de su deseo de coordinar la fracción panista sino incluso de volver a ser diputado. Si la impugnación presentada por el partido Movimiento Regeneración Nacional procede, la posición plurinominal que le permitiría al joven abogado continuar con su carrera legislativa podría perderse.

Eric Salas González

El perfil del ex diputado Salas podría definirse como operativo, pragmático, e incluso rudo. Y es entendible, su vida no podría haberle permitirlo ser de otra forma. Eric Salas viene, como el mismo lo define, “de abajo”. Con gran orgullo narra cómo superó las grandes carencias que vivió desde su niñez en la colonia Lomas de Casablanca. Integrante de una familia con siete hijos, la competencia y escasez de recursos económicos lo obligaron a hacer lo necesario para subsistir. Vendiendo gelatinas, manejando un taxi, o como distribuidor de productos en misceláneas, Eric Salas batalló para salir adelante.

Su incursión en la política tampoco fue con base en privilegios. Inició repartiendo volantes, pintando bardas y movilizando gente. En una época en donde el PAN aún no tenía fuerza en Querétaro, el entorno adverso, incluso agresivo fue formando su perfil. Su efectividad como operador territorial le fue abriendo gradualmente las puertas a mayores responsabilidades en el partido. Su primera incursión como diputado en la administración del gobernador Ignacio Loyola no fue tersa. A pesar de que ambos políticos provenían del mismo partido los desencuentros fueron frecuentes, según narra el propio Salas. Fue en la LIV Legislatura, durante la administración de Francisco Garrido, en la que Eric Salas logra no solo volver a ser legislador, sino coordinar a la mayoritaria fracción panista y presidir la Junta de Concertación Política y la Mesa Directiva en el Congreso. Lo anterior, así como su inmejorable relación con el entonces secretario particular del gobernador, Ricardo Anaya, le permitió ejercer un control absoluto en el Congreso que no a todos agradó.

Posteriormente, el nombramiento de Ricardo Anaya como subsecretario de turismo en la administración de Felipe Calderón dio lugar a un distanciamiento con Salas. Ante la falta de respuesta de su aliado político, al finalizar su periodo como legislador, Eric forja una alianza con el presidente municipal Francisco Domínguez y comienza a trabajar en su administración. El distanciamiento se convierte en ruptura cuando el candidato a secretario estatal juvenil propuesto por Ricardo Anaya es derrotado por la alternativa impulsada por Francisco Domínguez, con el apoyo de Eric Salas.

Pero la política da muchas vueltas. En el evento de campaña que reunió a Gustavo Madero y Felipe Calderón en apoyo al entonces candidato Francisco Domínguez, Ricardo Anaya saludó cordialmente a Salas y le manifestó interés en platicar. Pasada la elección, en la reunión panista celebrada en Puebla a la que asistieron Ricardo Anaya, Francisco Domínguez y el gobernador Moreno Valle, el aspirante a la presidencia nacional del PAN incluso solicitó a su correligionario apoyo abierto para alcanzar sus aspiraciones. Y Eric Salas volvió a contestar como siempre lo ha hecho: “estoy puesto”.